La telenovela brasileña y su impacto cultural en el público de Cuba
Danay Galletti
Indudablemente, las novelas brasileñas ocupan un lugar significativo dentro de la programación televisiva en Cuba, pero inciden también en la incorporación de frases y vocablos e, incluso, prácticas y costumbres ajenas, hasta el momento, en la mayor de las Antillas.
Existen ejemplos tan simpáticos como nombrar una gripe de catarro similar al apelativo del personaje antagónico de turno en esos dramatizados, o el término paladar, con el cual designamos a los negocios particulares vinculados a la gastronomía, popularizado tras la telenovela Vale Todo.
Esa propuesta audiovisual, difundida por la cadena O GLOBO entre 1988 y 1989 y transmitida en la Isla en los años ´90 del siglo pasado, cuenta como Raquel (Regina Duarte) establece un restaurante denominado Paladar — alusivo al sentido del gusto — después de quedar en la pobreza por culpa de su hija Fátima (Gloria Pires).
Otras propuestas de la nación suramericana reconocidas por el público, incluso luego de varios años, son La esclava Isaura (1979), Doña Bella (1986), Felicidad (1991), Mujeres de arena (1993), La próxima víctima (1995), El Rey del Ganado (1996–1997), Señora del Destino (2004–2005) y Dos caras (2007).
Mujeres Ambiciosas (2015), novela transmitida en las noches de los martes, jueves y sábados por el Canal Cubavisión, narra básicamente la historia de tres mujeres: Beatriz (Gloria Pires), quien obtiene poder, dinero y preferencias mediante el uso de su sensualidad; Inés (Adriana Esteves), obsesionada por Beatriz, su amiga de la infancia, y Regina (Camila Pitanga), el único personaje positivo en ese trío de féminas.
¿Qué opinan los cubanos sobre esta propuesta en particular? El recurso empleado por el Centro de Investigaciones Sociales fue una encuesta del 1 al 10 realizada en la red social Facebook, con un alcance hasta el momento de más de 4000 personas y 1000 interacciones.
La mayoría de las personas evaluó la producción entre 5 y 10 puntos, si bien no pocos criticaron aspectos de la misma como: la trama no logra entretener a los consumidores, aburrida, sucesos predecibles, personajes caricaturescos, lugares comunes, guion vacío, entre otras cuestiones.
No obstante, otro número de televidentes apuestan por la historia, contada en 110 capítulos, especialmente por el elenco, conformado también por Vinicius (Thiago Fragoso), Teresa (Fernanda Montenegro), Estela (Nathalia Timberg), Murilo (Bruno Gagliasso) y Alicia (Sophie Charlotte).
Reconocen, asimismo, la belleza de la fotografía desde locaciones en Dubái (Emiratos Árabes) y París (Francia), la invitación, en el desempeño de pequeños roles, a reconocidos artistas brasileños y la música compendiada en la banda sonora.
Por su parte, la investigadora del CIS Vanessa Márquez, informó que el espacio de la telenovela (en horario estelar y por Cubavisión) exhibe altos números de audiencia y distingue que, por ejemplo, en el caso de las cubanas existe una mayor familiaridad entre espectador y la realidad descrita.
“Debido a ese estrecho vínculo y cercanía con los conflictos visibilizados, el nivel de críticas y expectativa es superior pues los consumidores demandan el reflejo de las problemáticas sociales actuales y cuestionan el incorrecto abordaje de esas situaciones”, apuntó.
Sin embargo, respecto a las producciones brasileñas algunos públicos son más permisivos y tolerantes y el acercamiento a esos materiales busca, sobre todo, el entretenimiento.
Claro que, la mayoría de las producciones de ese tipo que recibimos en el país corresponden a la cadena O GLOBO, lo cual restringe aún más la posibilidad de conocer fenómenos e historias más plurales y veraces. Conoce más sobre el tema en las páginas del Centro de Investigaciones Sociales.